Tu, carino

Tras la publicación de "Yo, cariño" hay cabos que quedaron inconclusos. En esta ocasión, la encargada de contar la historia es Diana, la hija de Elena, el prototipo de la femme fatale por excelencia. Tú, cariño es una oda al sexo y la perversiñon en su estado más erótico, para muestra las primeras líneas de la novela: "Sí, soy yo, Diana, la hija malagradecida que le vendió su alma al Diablo y, al lado de su amante Mauricio, le vació a su madre algunas cuentas de banco (...) Porque sí, este libro es escrito por mí, por mí y nadie más, así que me hago responsable desde la "S" inicial, con la que abre este libro hasta el último punto en que acabará esto. Por lo tanto, si digo que soy puta nadie lo dude, soy puta, si puta se le puede llamar a alguien que ha explorado hasta los más bajos instintos para sentirse plena, ¿acaso no es eso lo que buscamos todos? Si digo que soy santa, tampoco nadie me juzgue ni dude que, efectivamente, soy puta".