Sera siempre

Será siempre trae la frescura de un libro de relatos brevísimos y de minicuentos, ese nuevo género que exige un singular dominio de todos los recursos técnicos de la narrativa. Marcados por la nostalgia, la emoción y los recuerdos de quien observa la vida con sabiduría, estas mínimas narraciones nos invitan a explorar desde la intensidad. Pequeñas joyas se esparcen a través de estas cuidadas páginas, como el homenaje a sus padres "Tú en la sombra" y "Platero y tú", o la relación padres-hijos en "Más sabe el diablo", minicuento que vale por un tratado de sicología infantil; asimismo el lector quedará complacido con "Viaje de los hijos" y el hermoso "Tao tao bla bla bla"; o bien los textos que abordan el tema del amor, la frustración amorosa en "La duda", "Las aparecidas", "Aunque tú", por solo citar dos; o los problemas relacionados con la esencia femenina, en los excelentes textos "Por, Con, Secuencia", y "Buenos día, vecina". No faltan en Será siempre los recuerdos de viajes o las semblanzas, por no dejar de lado la vertiginosa narración descriptiva de "Cuadra", casi un ejercicio cinematográfico del Cine-Verdad, para terminar con esa pequeña obra maestra que es "We have a dream", un grito de íntima protesta por el fracaso de nuestros sueños. Queda en las manos del lector una de las selecciones de más fina orfebrería y ejercicio literario en la trayectoria de esta genial escritora de la literatura cubana contemporánea.