Mi Voz En Papel

Las palabras nacen para ser viajeras. Desde el mismo instante en que son pronunciadas empiezan su peregrinaje. Van de boca en boca regalando su melodía acompasada. Palabras solitarias como un adiós, o alegres como la felicidad. Todas ellas necesarias e imprescindibles en nuestras vidas. Tu mente las crea y tus labios las pronuncian, pero una vez que las has liberado dejan de ser tuyas. Son libres de interpretaciones, de valoraciones, de críticas o libres para soñar. En cualquier caso, palabras fugaces. Yo amo la palabra escrita. La palabra grabada a tinta sobre la eternidad del papel. Hojas infinitas que capturan la esencia misma de cada una de ellas. Esos libros que son destino y puerto de descanso de todas esas ideas que vagan sin rumbo, sin orden, que se pierden y vuelven a aparecer sin previo aviso. Incontables páginas repletas de pensamientos, sensaciones, sentimientos, sueños o simplemente divagaciones de algún loco. Es por ello que adoro plasmar mi voz en papel, dando forma a lo abstracto para crear algo nuevo, algo que no existía y que ya para siempre será mío.